Salsa Criolla

La salsa criolla es una de nuestras preparaciones básicas en la cocina ya que la podemos utilizar en infinidades de recetas.

Por ejemplo, los cubanos empleamos esta salsa para dar sabor y color a arroces compuestos con otros ingredientes como es el caso del arroz con carne, con costillas o arroz campesino.

Del mismo modo la utilizamos con frecuencias en platos con salsa a base de pollo, pescados, carne de res o mariscos.

El sabor que le aporta a cada una de estas recetas es delicioso y su mayor ventaja es que podemos prepararla con antelación y conservarla hasta el momento de utilizarla.

Les explico ahora mi versión para hacer salsa criolla cubana y más abajo les cuento otros detalles que de seguro les serán de gran utilidad.

¿Cómo conservar la salsa criolla?

Una vez lista la salsa, la dejamos enfriar por completo y podemos conservarla perfectamente en envases de cristal herméticos.

Recuerda esterilizar muy bien tanto el envase como su tapa con agua hirviendo para evitar que crezcan bacterias en su interior y estropeen la salsa en menos tiempo.

Del mismo modo ten presente que de esta forma solo la podrás conservar por una semana dentro del refrigerador, tal vez dure unos días más, pero solo eso.

Mientras que si la quieres preparar con muchísimo más tiempo o utilizarla en varias recetas lo que puedes hacer es congelarla en porciones individuales.

De esta forma cada vez que quieras cocinar con ella solo tienes que retirar y descongelar una de esas porciones.

¿De qué otra forma puedo hacer la salsa criolla cubana?

Si no quieres hornear los ingredientes previamente puedes emplear la variante más tradicional que consiste en picar todo muy bien y sofreírlos en la misma olla.

En este caso te sugiero hacerlo con el fuego en el mínimo durante 10 minutos para que suelten mejor sus jugos y tenga más sabor.

Es cierto que esta otra manera es mucho más rápida, sin embargo, yo prefiero usar el horno antes porque el sabor es significativamente mejor.

Ahh, otro detalle, si lo prefieren pueden retirar las semillas de los tomates antes o después de hornearlos o cocinarlos.

Y si se estaban preguntando a que me refiero cuando hablo de caldo corto, les explico, es una preparación parecida a un caldo común, pero con la peculiaridad de que se cocina por menos tiempo pues solo se emplea para potenciar el sabor en algunas recetas como es el caso de esta.

Para hacer caldo corto solo deben poner agua (2L) con 1zanahoria, 1/2apio, 2 dientes de ajo y ½ cebolla en un recipiente al fuego durante 30 o 45 minutos.